No es mi intención con este artículo herir susceptibilidades.
Respeto todas las posturas, ideas y creencias.
Tampoco se trata éste, de un tema religioso, sino más bien de un análisis sobre el sentido común y el rigor histórico.
Tengo que expresar, por una cuestión de honestidad conmigo mismo, que me rechinan todos los huesos y las viseras cuando veo por las redes "ése Dramático y sobre todo Fúnebre Jesús que a veces circula por Facebook y por otras redes sociales; el pobrecito, anda mendigando un “me gusta" y un "compárteme, por favor", casi suplicando por piedad el rincón de un muro. Colgado de la cruz y por lo general patéticamente ensangrentado. Imágenes cargadas de morbosidad y mal gusto.
Seguramente, y lo digo con todo respeto, quienes recuerdan a Jesús de ese modo y lo representan y caricaturizan de esa manera, nunca han leído los evangelios, y si los leyeron, no percibieron el carácter del personaje en cuestión. Y no hablo aquí de subjetividades religiosas, sino de plenas objetividades de apreciación lisa y llana.
Entonces la pregunta es obvia: Si en definitiva la mayoría de los que dicen creer en Jesús también creen que al fin resucitó, que al fin venció a la muerte, ¿cómo pueden recordarlo y evocarlo colgado eternamente de la cruz?, lleno de dolor y de heridas, padeciendo, siempre padeciendo. Y me pregunto también: ¿Cómo se recuerda a un gran héroe? ¿Vertiendo sangre por su heridas, doblado en sus estertores, sufriendo el fracaso de una batalla?, o por el contrario ¡Victorioso y en la cumbre de su gloria!
Cuando cualquiera de nosotros evocamos y recordamos a una persona querida que ya se ha muerto, ¿Cómo lo hacemos? ¿Acaso llenamos nuestra casa con fotos de esa persona el día de su sepelio yaciendo en su ataúd? ¡No creo! Si así fuera seguramente estaríamos muy enfermos. Nadie hace eso ni podría soportarlo.
Por el contrario ponemos fotos de sus mejores momentos y lo recordamos en su plenitud. ¿Por qué entonces insistimos en recordar a Jesús de ésta funeraria y espeluznante manera?
En todo caso, creo que El Gran Vencedor de la Muerte no se merece para nada que lo recordemos ¡Muerto!, o peor aún, ensangrentado y moribundo.
En La última cena, cuando Jesús lava los pies a todos sus discípulos, comparte el pan y el vino. Este es uno de los episodios más bellos de la vida de Cristo. Allí pone de manifiesto que es el servicio a los demás el ejemplo a seguir, y por último, que el compartir las cosas simples de la vida, la mesa, el pan, el vino y la amistad, con las personas queridas, es de verdad compartir. A la postre les dice a sus discípulos, "Haced esto en conmemoración mía"
Se puede pretender entonces que un espíritu de tal nobleza hubiera preferido o estaría contento que sus seguidores en vez de recordarlo con ese altísimo ejemplo de amor, solidaridad, fraternidad y amistad, ¿lo hicieran desde el dolor, y la morbosidad de sus momentos más desgraciados? No creo.
Por otro lado, mostrar a Jesús pidiendo por favor un "Compárteme si crees en mí”, o cosas por el estilo, es mostrar una caricatura pusilánime y falta de valor, todo lo contrario al carácter de Jesús quien nunca suplicó piedad para sí mismo, porque no era un perdedor ni un debilucho, sino todo lo opuesto. Se recordará que nunca se quejó ni rechazó su destino, más bien que lo afrontó con la más digna valentía y sin recular ni un solo paso.
Jesús no solo no fue un personaje para nada frágil y endeble, sino que supo demostrar arrojo e indignación frente a la injusticia. Aquel Profeta, se enfrentó a los más grandes y sanguinarios poderes de la tierra sin un solo gesto de temor. ¿Cómo puede tamaño Héroe andar circulando por ahí como un pobre tipo que pide por piedad que le abran la puerta?
En el episodio donde El Nazareno entra al templo y desafía a los mercaderes, ¿se puede pensar que aquel haya sido la actitud de un personaje timorato?
Cuentan los evangelios que encontró a los mercaderes negociando, vendiendo, comprando y cambiando moneda (Usura), entonces tomó un látigo y desparramando las mesas de los cambistas y los vendedores de animales para el sacrificio les plantó en plena cara: "Escrito está, La casa de mi Padre, es casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones"
¿Acaso nos hacemos idea a lo que se enfrentaba Jesús con esa actitud y ese desafío frontal? Nada menos que al poder político y económico del GRAN SANEDRÍN. Algo así como si alguien en esta época entrara en la casa central del FMI o EL BANCO MUNDIAL y los tratara a todos de ladrones y falsarios en su propia cara y encima les volteara a latigazos los escritorios. ¿Qué creen que le sucedería a esa persona a los pocos minutos? Lo mismo hizo Jesús y no le tembló el pulso. ¿Se puede comparar a ese Jesús con el pobre tipo de algunas de las caricaturas que aparecen en facebook?
No se recuerda en ningún evangelio a un Jesús implorando por los caminos que por favor creyeran en él, todo lo contrario. Instó muchas veces a que el hombre creyera en sí mismo y en su propia voluntad. Dijo: “Aspirad a ser perfectos como vuestro Padre que está en los cielos” “Aspirad a ser como Dios” Si eso no es insuflar en los hombres la fe en su propio esfuerzo y voluntad ¿qué es? Solía decir a los que le solicitaban su intermediación: “Tu fe te ha salvado", “Hágase según tu fe”.
Y en definitiva es la fe de uno mismo la que cura o salva, no la del otro. Si uno no tiene su propia fe y su propia voluntad nadie puede hacer nada, ni siquiera DIOS, porque DIOS no coarta, muy por el contrario, libera.
Jesús afirmó: “Buscad la verdad, pues solo la verdad os hará libres"
No, amigos, ciertamente, Jesús no era un pobre mendicante de fe. Él mismo decía: "El que tenga oídos para oír, que oiga"
Podría seguir citando ejemplos para analizar que esas fúnebres y dramáticas caricaturas que aparecen de Jesús no condicen con el carácter, la personalidad, el temple, el talante, y el genio del personaje que cuentan los evangelios, pero creo que con lo anteriormente citado me alcanza para expresar lo que deseaba comunicar.
Por último quiero dejar bien claro, que yo no soy un gran creyente, sino un eterno "dudante". No escribo esto para demostrarle nada a nadie y cada uno puede creer, hacer y pensar lo que le plazca (Obvio), yo no lo juzgo, no soy quién, ni es de mi incumbencia. En cambio, escribo esto porque no me cierra que existan cuatro evangelios que narran la historia de Jesús (sin mencionar los apócrifos) y que se los tome tan poco en serio a la hora de evocarlo de alguna manera. Y más allá de que mucha gente crea que Jesús haya sido o no un ser divino, es una figura histórica digna de tener en cuenta por su alto ejemplo de humanidad, y entonces me parece que es una gran distorsión de todo su mensaje central toda esta patética forma de representarlo y recordarlo. Si en verdad deseamos acercar a los demás a Jesús, invitémoslos a que lean Los Evangelios y muchos otros estudios serios de rigor científico y religioso sobre su vida y su obra, y que cada uno saque sus propias conclusiones sobre bases firmes, pero por favor no lo sigamos crucificando a diario una y otra vez.
Deberíamos, me parece a mí, tener más conciencia de que nuestros mensajes a través de las redes llegan a miles de personas, y sobre todo de personas jóvenes, y entonces hacer una previa evaluación al tomar personajes tan importantes para la historia y no hacerlo de una manera tan facilista y liviana, actitudes éstas que se parecen mucho a los ejemplos a los que nos tienen acostumbrados los medios masivos de comunicación, donde hasta las cosas más sagradas son manoseadas sin ninguna ética en corrillos de chismes baratos. Aquí no se trata de creencias religiosas, sino de un mínimo de respeto y veracidad ante la historia y la búsqueda de la verdad.
Alejandro Reyes – Mayo de 2013.
Seguramente, y lo digo con todo respeto, quienes recuerdan a Jesús de ese modo y lo representan y caricaturizan de esa manera, nunca han leído los evangelios, y si los leyeron, no percibieron el carácter del personaje en cuestión. Y no hablo aquí de subjetividades religiosas, sino de plenas objetividades de apreciación lisa y llana.
Entonces la pregunta es obvia: Si en definitiva la mayoría de los que dicen creer en Jesús también creen que al fin resucitó, que al fin venció a la muerte, ¿cómo pueden recordarlo y evocarlo colgado eternamente de la cruz?, lleno de dolor y de heridas, padeciendo, siempre padeciendo. Y me pregunto también: ¿Cómo se recuerda a un gran héroe? ¿Vertiendo sangre por su heridas, doblado en sus estertores, sufriendo el fracaso de una batalla?, o por el contrario ¡Victorioso y en la cumbre de su gloria!
Cuando cualquiera de nosotros evocamos y recordamos a una persona querida que ya se ha muerto, ¿Cómo lo hacemos? ¿Acaso llenamos nuestra casa con fotos de esa persona el día de su sepelio yaciendo en su ataúd? ¡No creo! Si así fuera seguramente estaríamos muy enfermos. Nadie hace eso ni podría soportarlo.
Por el contrario ponemos fotos de sus mejores momentos y lo recordamos en su plenitud. ¿Por qué entonces insistimos en recordar a Jesús de ésta funeraria y espeluznante manera?
En todo caso, creo que El Gran Vencedor de la Muerte no se merece para nada que lo recordemos ¡Muerto!, o peor aún, ensangrentado y moribundo.
En La última cena, cuando Jesús lava los pies a todos sus discípulos, comparte el pan y el vino. Este es uno de los episodios más bellos de la vida de Cristo. Allí pone de manifiesto que es el servicio a los demás el ejemplo a seguir, y por último, que el compartir las cosas simples de la vida, la mesa, el pan, el vino y la amistad, con las personas queridas, es de verdad compartir. A la postre les dice a sus discípulos, "Haced esto en conmemoración mía"
Se puede pretender entonces que un espíritu de tal nobleza hubiera preferido o estaría contento que sus seguidores en vez de recordarlo con ese altísimo ejemplo de amor, solidaridad, fraternidad y amistad, ¿lo hicieran desde el dolor, y la morbosidad de sus momentos más desgraciados? No creo.
Por otro lado, mostrar a Jesús pidiendo por favor un "Compárteme si crees en mí”, o cosas por el estilo, es mostrar una caricatura pusilánime y falta de valor, todo lo contrario al carácter de Jesús quien nunca suplicó piedad para sí mismo, porque no era un perdedor ni un debilucho, sino todo lo opuesto. Se recordará que nunca se quejó ni rechazó su destino, más bien que lo afrontó con la más digna valentía y sin recular ni un solo paso.
Jesús no solo no fue un personaje para nada frágil y endeble, sino que supo demostrar arrojo e indignación frente a la injusticia. Aquel Profeta, se enfrentó a los más grandes y sanguinarios poderes de la tierra sin un solo gesto de temor. ¿Cómo puede tamaño Héroe andar circulando por ahí como un pobre tipo que pide por piedad que le abran la puerta?
En el episodio donde El Nazareno entra al templo y desafía a los mercaderes, ¿se puede pensar que aquel haya sido la actitud de un personaje timorato?
Cuentan los evangelios que encontró a los mercaderes negociando, vendiendo, comprando y cambiando moneda (Usura), entonces tomó un látigo y desparramando las mesas de los cambistas y los vendedores de animales para el sacrificio les plantó en plena cara: "Escrito está, La casa de mi Padre, es casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones"
¿Acaso nos hacemos idea a lo que se enfrentaba Jesús con esa actitud y ese desafío frontal? Nada menos que al poder político y económico del GRAN SANEDRÍN. Algo así como si alguien en esta época entrara en la casa central del FMI o EL BANCO MUNDIAL y los tratara a todos de ladrones y falsarios en su propia cara y encima les volteara a latigazos los escritorios. ¿Qué creen que le sucedería a esa persona a los pocos minutos? Lo mismo hizo Jesús y no le tembló el pulso. ¿Se puede comparar a ese Jesús con el pobre tipo de algunas de las caricaturas que aparecen en facebook?
No se recuerda en ningún evangelio a un Jesús implorando por los caminos que por favor creyeran en él, todo lo contrario. Instó muchas veces a que el hombre creyera en sí mismo y en su propia voluntad. Dijo: “Aspirad a ser perfectos como vuestro Padre que está en los cielos” “Aspirad a ser como Dios” Si eso no es insuflar en los hombres la fe en su propio esfuerzo y voluntad ¿qué es? Solía decir a los que le solicitaban su intermediación: “Tu fe te ha salvado", “Hágase según tu fe”.
Y en definitiva es la fe de uno mismo la que cura o salva, no la del otro. Si uno no tiene su propia fe y su propia voluntad nadie puede hacer nada, ni siquiera DIOS, porque DIOS no coarta, muy por el contrario, libera.
Jesús afirmó: “Buscad la verdad, pues solo la verdad os hará libres"
No, amigos, ciertamente, Jesús no era un pobre mendicante de fe. Él mismo decía: "El que tenga oídos para oír, que oiga"
Podría seguir citando ejemplos para analizar que esas fúnebres y dramáticas caricaturas que aparecen de Jesús no condicen con el carácter, la personalidad, el temple, el talante, y el genio del personaje que cuentan los evangelios, pero creo que con lo anteriormente citado me alcanza para expresar lo que deseaba comunicar.
Por último quiero dejar bien claro, que yo no soy un gran creyente, sino un eterno "dudante". No escribo esto para demostrarle nada a nadie y cada uno puede creer, hacer y pensar lo que le plazca (Obvio), yo no lo juzgo, no soy quién, ni es de mi incumbencia. En cambio, escribo esto porque no me cierra que existan cuatro evangelios que narran la historia de Jesús (sin mencionar los apócrifos) y que se los tome tan poco en serio a la hora de evocarlo de alguna manera. Y más allá de que mucha gente crea que Jesús haya sido o no un ser divino, es una figura histórica digna de tener en cuenta por su alto ejemplo de humanidad, y entonces me parece que es una gran distorsión de todo su mensaje central toda esta patética forma de representarlo y recordarlo. Si en verdad deseamos acercar a los demás a Jesús, invitémoslos a que lean Los Evangelios y muchos otros estudios serios de rigor científico y religioso sobre su vida y su obra, y que cada uno saque sus propias conclusiones sobre bases firmes, pero por favor no lo sigamos crucificando a diario una y otra vez.
Deberíamos, me parece a mí, tener más conciencia de que nuestros mensajes a través de las redes llegan a miles de personas, y sobre todo de personas jóvenes, y entonces hacer una previa evaluación al tomar personajes tan importantes para la historia y no hacerlo de una manera tan facilista y liviana, actitudes éstas que se parecen mucho a los ejemplos a los que nos tienen acostumbrados los medios masivos de comunicación, donde hasta las cosas más sagradas son manoseadas sin ninguna ética en corrillos de chismes baratos. Aquí no se trata de creencias religiosas, sino de un mínimo de respeto y veracidad ante la historia y la búsqueda de la verdad.
Alejandro Reyes – Mayo de 2013.
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